Las piedras del camino del Puente de los inocentes
Note 1 Las piedras del camino del Puente de los inocentes
miércoles, febrero 13, 2019
Las piedras del camino del Puente de los inocentes
Note 1
Los primeros pasos por la alta explanada de las grandes losetas grises. Vio las estatuas doradas. Sorpresa. Gran sorpresa. Mujeres doradas con peinados griegos -o tal vez, egipcios-, cuyas miradas se cruzaban justo en medio del espacio. Daba vueltas en varios sentidos, casi ciego o cegado o extasiado o tal vez dormido -estado natural de su cerebro desde pequeño; aunque él seguramente lo ignoraba, pues al estar acostumbrado le parecía seguramente como algo natural; tampoco se le ocurría imaginar que los demás pensaban como él, ya que aquellas personas que circulaban en todas direcciones, parecían figurantes de aquellos muros, fachadas de piedra-. Detrás de ellas, de las silenciosas figuras, esas grandes columnas, gruesas y altas como nunca había visto. Bailaba una danza, pies desnudos, una joven con grandes pañuelos al aire de vivos colores. Al fondo aquella torre partía el espacio con exactitud, mitad por mitad, ante cielo abierto, en el gris silencio de aquella mañana. Bajo una leyenda dorada se erguía un gigante gris casi verde, sacando de sus músculos su enorme fuerza. No sabía lo que estaba viendo; era como vivir sin palabras; solo ojos y mirada sin intensión, sin consciencia. Escasas palomas. Sin sombras; las paredes caían en picado, lisas, casi sin sobresalientes. Desde allí no percibía la gran charca sobre la que caían altos chorros de agua. Hacía ellos bajaba siempre después de un buen rato para demorarse bastante sentado en un banco de esos de piedra, fríos, duros, solitarios. Cogía seguidamente las calles a la deriva, con pasos perdidos, sin dirección ni sentido, sin proponerse nada, como hojas transportadas por el viento en cualquier tarde de otoño.
Carlos del Puente