ESCENA:

Una vez compró tantos libros fiados que no pudo pagarlos. Tenía 17 años y aún lo recuerda. La escena describe su rabia e impotencia ante su pobreza.

FRANCIS: Prometo ante el Destino que un día seré suficientemente rico como para comprar todo aquello que se me antoje, -dijo, con orgullo anticipado, mirando a su alrededor, como el que abarca con la mirada un amplio horizonte. La pobreza es un pecado. Dios quiso provisionarnos de todo aquello que nos satisficiera. Y no será conmigo con quien se cumplirá la excepción, por lo menos en este tema.
Se sentó casi abatido, roto por un solo instante, antes de retomar fuerzas para seguir con el proyecto de su vida.

Carlos del Puente