Dotado de absoluta sabiduría, gozaba de un conocimiento que se me había revelado
jueves, julio 09, 2020«Cuando era pequeño daba por sentado que, cuando algo ya no se veía, ya no existía. Para una criatura, cuando los padres salen de la habitación dejan de existir. Pero al hacerse mayor lo entienden de otro modo; están allí tanto si les ve, oye sus voces o puede tocarlos, como si no. Es una lección temprana, pero que a veces quizá no se aprende completamente.»
«Así pues, ya sabía quién era Sivainvi; era mi padre, mi verdadero padre, desde cuya familia llegué repetidas veces a este mundo para volver a partir, para regresar de nuevo, para entregarme a algún lejano designio secreto y no comprendido todavía. La búsqueda, acaso, era el designio.»
«Somos guantes, me dije, que se pone nuestro padre para llevar a cabo sus objetivos. Qué satisfacción el ser útil, el ser parte de un organismo mayor: sus prolongaciones en el espacio y el tiempo, en el mundo del cambio. Influir en ese cambio… el mayor de los satélites.»
«—El universo es una gran mente colectiva.»
«Conforme iba caminando, me parecía que las aplastadas latas de cerveza, los papeles, hierbajos y cartas de propaganda desechadas habían sido dispuestas por el viento formando figuras; distribuidas para componer un lenguaje visual. Me recordaba las señales de aviso que utilizaban los indios americanos, y conforme iba caminando sentía la invisible presencia de un espíritu superior que había pasado antes que yo…, que había andado por aquí y colocado los inútiles desperdicios en posiciones significativas, a fin de cifrar un saludo de camaradería para mí, el ser inferior que vendría después de él.»
«Mi incapacidad había motivado a esos amigos invisibles. De haber tenido más talento, no habría sabido de ellos. A mi entender, era un buen negocio. Muy contadas personas gozaban del conocimiento que yo poseía. A causa de mis limitaciones, se me había revelado todo un nuevo universo, un benigno y vivo hiperambiente dotado de absoluta sabiduría. Caray, me dije. Esto es el colmo. Había vislumbrado a los Grandes. Era el sueño de una vida realizado plenamente.»
«L’homme ne comprit jamais pourquoi l’entité surnaturelle était venue le sauver.»
«En primer lugar, aliviaba mis temores de ser aniquilado.»
«El placer de encontrarnos, Sivainvi y yo. Padre e hijo, juntos otra vez. Después de milenios. Las relaciones se han restablecido.»
«El final de los tiempos siempre se acercaba pero no terminaba de llegar, siempre estaba próximo e influía en nosotros, pero nunca se realizaba.»
«La actitud de la antigua Judá para con los imperios tiránicos era idéntica a la nuestra respecto de Ferris Fremont; eran una refractaria porción del género humano, no corrompida por el poder y la majestad.»
«Siempre lucharon contra los imperios, cualesquiera que fuesen; siempre se esforzaron por conseguir la independencia, la libertad y la individualidad. Fueron la punta de lanza del hombre moderno, se opusieron a la aplastante uniformidad de Babilonia, Asiria y, sobre todo, Roma. Lo que ellos fueron para Roma en aquellos tiempos, lo somos nosotros para Roma actualmente.»
«La mujer dormida, el niño, el gato que dormitaba, semejaban grabados o pinturas, incapaces de moverse, implacablemente revelados por la luz.»
«...me sentía como algo inanimado, hecho de madera, un juguete tallado y pintado…»
«Si tu cuerpo o el mío mueren, el radiante fuego escapa hacia la atmósfera y nuestra esencia le acompaña. Al final nos reuniremos, como un único ser, y estaremos siempre juntos. Hasta el regreso de Sivainvi. Todos nosotros: tú, yo, los demás. Por muchos que seamos.»
«Era como una colmena con millones de abejas, y todas se comunicaban a lo largo de enormes distancias mediante luz de color. Estructuras de luz, que viajaban de un punto a otro, y nosotros estábamos en lo más hondo. Una constante comunicación y correspondencia con señales emitidas por… bueno, las abejas o lo que fueran; acaso fueran estrellas o sistemas estelares de organismos sensibles. De todas formas, esta comunicación por señales se prolongaba sin pausa, en estructuras cambiantes, y yo oía un zumbido o un ruido semejante al de un timbre, que emitían todas las abejas al unísono.»
«Por eso viste la figura de Afrodita. Es eso lo que conserva en armonía a los miles de millones de emisoras.
—Sí —dije—, estaban en armonía, y a semejantes distancias. No existía coacción alguna, únicamente la concordia.
Y la coordinación de todas las emisoras de transmisión y recepción, pensé, que denominamos Sivainvi: Sistema de Vasta Inteligencia Viva. Nuestro amigo que no puede morir, que se halla a este lado de la tumba y al otro. Su amor, me dije, es mayor que los imperios. E infinito.»
Philip K. Dick
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