«La muerte no existe, es un ilusión»
jueves, mayo 28, 2020«Estoy empezando a hablar como ella, se dijo. Ha de ser una personalidad fuerte, y yo lo percibo subconscientemente. Como señaló Jung, hay un arquetipo espiritual que los hombres perciben cuando se encuentran con las mujeres por primera vez. El arquetipo se proyecta primero sobre una, luego sobre otra, otorgándoles poderes carismáticos. Debo cuidarme, se dijo. Después de todo, el hecho de haberme visto involucrado con Kate sugiere que mi figura arquetipo es mandona y dominante, y no receptiva y pasiva no quiero cometer la misma equivocación de nuevo, se dijo. La equivocación se llamaba Katerina Hurley Blaine.»
«La enfermedad, el dolor y el sufrimiento inmerecido no proceden de Dios sino de otra parte. A lo cual yo pregunto: ¿de dónde viene eso otro? ¿Existen acaso dos dioses? ¿O es que una parte del universo escapa al control de Dios?»
«Supongamos que el tiempo es circular, como la Tierra. Uno navega hacia el Oeste para alcanzar la India. Se ríen de él, pero al final se encuentra con la India frente a sus narices, no a su espalda. Quizá con el tiempo ocurra lo mismo: la crucifixión está delante de nosotros, pero pasamos de largo, pensando que está detrás (…) La primera y la segunda venida de Cristo serían el mismo evento: el tiempo, apenas un lazo en una cinta grabada…»
«La muerte no existe, es un ilusión. El tiempo también es una ilusión. Cada instante que llega a ser no desaparece jamás. Si fuera de otro modo, nunca hubiera llegado a ser. En realidad, siempre estuvo allí. El universo consiste en varios círculos concéntricos de realidad: cuanto más grande el círculo, más participa de la realidad absoluta. Estos círculos concéntricos finalmente concluyen en Dios: Él es la fuente de todas las cosas, y ellas son tanto más reales cuanto más cerca de Él están. A esto se lo llama principio de emanación, según creo. El mal es simplemente una realidad inferior, un círculo alejado de ÉL Es la carencia de la realidad absoluta, no la presencia de una deidad malvada. De modo que no hay dualismo, no existen el mal ni Satán. El mal es una ilusión, tanto como lo es la corrupción de las cosas.»
«...el metal procede de la tierra (…) el mundo yin en su aspecto más melancólico. Un mundo de cadáveres, podredumbre y colapso. Un mundo de heces. Todo lo que ha muerto y vuelve atrás depositándose capa por capa. El mundo demoníaco de lo inmutable: el tiempo-que-fue.»
«Señala al reino superior, el yang, el empíreo, lo etéreo, como corresponde a una obra de arte. Sí, ésa era la tarea del artista: tomar el mineral de la tierra silenciosa y oscura, y transformarlo en una forma celeste, que refleje la luz.»
«Debajo yacía el mundo-tumba, el mundo inmutable de lo demoníaco, de la relación causa-efecto. En el medio se extendía el nivel de lo humano, desde el cual a cada instante el hombre se exponía a caer en el infierno. Pero también podía ascender al mundo etéreo de arriba, que constituía el último de los niveles trinarios. Siempre en el medio, el hombre corría el riesgo de caer, pero siempre tenía la posibilidad de ascender: cualquiera de los aspectos o secuencias de la realidad podía manifestarse en cualquier instante. Cielo e infierno, no después de la muerte, sino ¡ahora!»
«El propio universo —y la mente que está detrás de él— es insano. En consecuencia, alguien que está en contacto con la realidad está en contacto con la insania, imbuido de irracionalidad.»
Philip K. Dick
0 comments