Les sots ignorants sont ceux qui pensent que toute chose écrite constitue une preuve.
lunes, septiembre 28, 2015"Et ce que tu dois savoir est que ces
choses et ce qui en ressort ne sont que des illusions et des mensonges.
Et ne considère point comme une preuve le fait qu’elles soient écrites
dans un livre, car le menteur triche avec sa plume exactement comme il
triche avec sa langue, rien ne le l'empêche. Les sots ignorants sont
ceux qui pensent que toute chose écrite constitue une preuve. Et nous
n’avons pas à croire aux raisonnements pour ces raisons, mais pour
d’autres."
Epître au Yémen écrite par Rabbi Moché ben Maimon.
“Digo, pues, que es principio fundamental de la Ley de Moisés….que el hombre posee
la facultad absoluta de obrar, es decir, que por su naturaleza, elección y
voluntad realiza todo cuanto está a su alcance, sin que en ello intervenga
en modo alguno ninguna cosa nuevamente creada”. ( Guía III. 17 Maimónides)
“Una de las cosas que he conseguido aclarar por medio de los textos de la Torá es que Su cognición (la de Dios)….de que un ser determinado existirá no le hace salir, en absoluto, de la naturaleza de lo posible; al contrario, ésta perdura, y la mera presciencia de lo que surgirá de las cosas posibles no implica que una de las dos posibilidades sea necesaria. Esto constituye también uno de los principios fundamentales de la Ley de Moisés, sobre el cual no hay duda ni controversia….Y a este tenor, toda la legislación sagrada, mandamientos e interdicciones se apoyan en este principio, a saber: que la presciencia de lo futurible
no educe una cosa posible de su naturaleza. Pero esto no deja de entrañar una gran dificultad para nuestro limitado intelecto”12. (...) “conforme a la doctrina de nuestra Ley su conocimiento previo….no predetermina una de las dos posibilidades aunque Él conozca cuál de ellas pasará a vías de hecho”13.
“Es de absoluta evidencia toda cosa creada tiene necesariamente una causa próxima que la ha producido, ésta, a su vez, otra, hasta llegar a la Causa Primera de todas las cosas, es decir, la libre voluntad de Dios”15. (...) “dado que Dios, según lo estatuido, ha movido la apetencia de un determinado animal irracional, como Él es quien hizo que el animal racional estuviera dotado de libre albedrío y de voluntad, y Él es, en definitiva, quien ha determinado el curso de las cosas naturales, puesto que el azar no es más que un excedente de lo natural, según queda expuesto, y generalmente participa de la naturaleza, del libre albedrío y de la voluntad, debe decirse, por todo eso, de lo resultante de esas causas, que es Dios quien ha ordenado tal cosa o ha dicho que ésta sea”16.
“Sobre aquello que tiene por causa el libre albedrío (humano), cual es la guerra que un pueblo poderoso promueve contra otro, o un individuo que se apresta a causar un daño a alguien….se dice: Yo mando a mi ejército consagrado para la guerra y llamo a mis valientes para cumplimentar mi ira” (Is 13, 3), refiriéndose a la tiranía del impío Nabucodonosor y sus ejércitos. Y en otro lugar: “Yo le mandaré contra una gente impía (Ibíd., 10, 6)””17, para concluir: “Ves claramente cómo respecto a la disposición de las causas, sea ella cual fuere, por leyes naturales, accidente, libre albedrío o arbitrio animal, se emplean como expresiones ordenar, decir, hablar, enviar y llamar. Tenlo bien en cuenta y recapacita en cada pasaje cual conviene, y entonces se eliminarán muchos absurdos, y reconocerás el genuino sentido de tal pasaje, que podría parecer alejado de la verdad”18.
Según la Guía, la Torá nos enseña, “exhortándonos a un aserto general”, doctrinas metafísicas verdaderas que conducen a la perfección última. Pero “la ley nos exhorta asimismo a creer en ciertos principios cuya aceptación es necesaria para la recta ordenación social, por ejemplo, la creencia de que Dios se alza contra quienes se le rebelan, y por consiguiente, (que) hay que temerle y reverenciarle con toda sumisión”.
“En cuanto a otras verdades de orden metafísico en que se basan las diversas creencias especulativas y sirven de fundamento a los conceptos constitutivos del último fin, la ley no dictamina al respecto taxativamente, como en las otras, sino que formula el precepto general: ‘amando a Yhwh’. Bien sabes con qué energía se inculca el mandamiento referente al amor: ‘con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu poder’ (Dt 6, 5). En el Misné Torá expusimos que ese amor no puede llevarse a efecto sino mediante un profundo y real conocimiento de todo ser y la contemplación de la sabiduría divina en él inherente” (Guía III, cap. 28, 447)."
“Ten presente lo que dijimos acerca de las creencias: o el mandamiento persuade una creencia verdadera (‘i’tiqad sahīh) que lleva en sí su propia finalidad, v. gr., el asentamiento a la unidad, eternidad e incorporeidad de Dios, o bien se trata de una creencia necesaria (‘i’tiqad darūri) para la exclusión de la violencia a tornapunta, o consecución de costumbres honorables, como es, por ejemplo, la creencia de que Dios….lanza su cólera contra quien perpetró la violencia, conforme al texto: ‘se encenderá mi cólera y os destruiré’ ….(Ex 22, 23) y la confianza en que Él…escucha la plegaria del oprimido o el fallido: ‘Clamará a mí y yo le oiré porque soy misericordioso’”. (Maimónides 1994, Guía III: 28, 448.)
"... mandamientos establecidos para que “creamos con respecto a Dios aquello que todo
hombre religioso está obligado a creer” (
Maimónides 1994, Guía III:44, 498.)
Maimónides
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