El Inconsciente igualándolo al logos de Heráclito y a la phylia de Empedocles

miércoles, noviembre 13, 2013


"De hecho, la tesis central de esta investigación es la que liga
el Inconsciente a la tradición presocrática,
igualándolo especialmente al logos de Heráclito,
así como su acción a la phylia de Empedocles,
a partir de la cual comprendemos lo que implica el deseo ontológico, es decir:

la reunión de los contrarios.

Esta tradición presocrática nos obliga  a no confundir la ley o leyes
de la  physis con la ley o leyes del ser humano y de sus sociedades particulares.
El logos reúne en comunidad a las personas pero no prescribe de qué forma
o en qué orden ha de darse efectivamente dicha comunidad.
El logos afecta a todo ser, de tal manera que en ningún caso podría ser entendido
bajo la forma de prescripción moral. Esto implica la urgencia de criticar,
en el interior de la razón psicoanalítica, la idea de un Inconsciente estructurado
por un significante como Edipo o el Falo que constituirían un modelo moral o
un  modelo  político  de  ascensión  al  poder,  respectivamente.
La actividad noética es  la  contemplación  o  señal dirigida  a  ese  límite  posibilitante  que  une  y  separa  a  la  vez,  que  reúne  las  diferencias  sin  subsumirlas  en  la homogeneidad  ni  enfrentarlas  necesariamente  como hace  la  tradición  dialéctica.

La  actividad noética es, por tanto, la mostración o indicación del Inconsciente,
de ese otro de la conciencia humana que nunca es agotado por ser divino y
a partir del cual se montan los diferentes sentidos así como la total diversidad
que los amenaza.

Como ya advertía Freud,

en el inconsciente es todo a la vez y todo escapa al cronos
devorador de los momentos.  El Inconsciente o Bien ontológico es causa final
no en el sentido de que responda a un para qué del movimiento sino en el sentido
de que se lo desea por sí mismo, por su propia acción reuniente y no como medio
para ninguna otra cosa o para ningún otro movimiento. El deseo, así, se hace extático y productivo en lugar de cinético y carente.  El deseo ontológico se configura como una de esas potencialidades que se manifiestan como  energeia y  que  se  actualizan  instantáneamente. Comprender  el  límite   posibilitante  y reuniente de los contrarios nos permite entender que no todo se traduce en términos de lucha o de relaciones de poder como  parece  querer  el  psicoanálisis  lacaniano  al  disponer  al  Falo  como  lo  deseado competitivamente  por  los  sujetos  actuantes  convertidos,  por  ello,  en  rivales en  lugar  de  ser,  sencillamente, diferentes."



Tesis doctoral de Belén Castellanos Rodríguez, Licenciada en Filosofía.

La crítica de Deleuze al psicoanálisis: el proyecto de un deseo políticamente
constituyente. p.33

Departamento de Filosofía, Facultad de Filosofía. UNED 2011

.                                                                         ****

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