Rimbaud Siempre otro como lugar
viernes, noviembre 29, 2013
"... cuando se piensa que en 1876 recorre a pie el territorio que va
de Viena a Francia; entre el 20 de octubre de 1878 atraviesa los Vosgos, Suiza,
pasa por Lugano, y toma el tren en Milán hacia Génova).
Para Rimbaud, todo es un “ailleurs” (otro lugar),
porque este espacio se construye en el movimiento constante y permanente.
Es el caso, incluso, durante su período africano, como se puede ver en las
cartas enviadas a su madre y a su hermana, en las cuales vuelve constantemente
sobre la misma idea: la vida cotidiana es tediosa y penible, insoportable allí
donde se encuentra, ya sea Adén, Harar o El Cairo:
Des déserts peuplés de nègres stupides, sans routes, sans courriers,
sans voyageurs: que voulez-vous qu’on vous écrive de là ? Qu’on s’ennuie,
qu’on s’embête, qu’on s’abrutit; qu’on en a assez, mais qu’on ne peut pas en finir,
etc. ! Voilà tout, tout ce qu’on peut dire, par conséquent; et, comme ça n’amuse pas
non plus les autres, il faut se taire (Rimbaud Œuvres 611).
Desiertos poblados por negros estúpidos, sin rutas, sin correos,
sin viajeros: ¿qué quieren que les escriba desde aquí ? Que uno se aburre,
se fastidia, se embrutece; que no da más, pero que no puede poner fin a ello,
etc.! Esto es todo, todo lo que puede decirse, en consecuencia; y,
como ello no divierte tampoco a los otros, hay que callarse."
"Y concluye: “je suis comme prisonnier ici” (“Estoy como prisionero aquí”,
Carta del 25 de agosto de 1880 a su familia, 314).
El estilo de las cartas y de los informes hace imposible la reconstrucción
del itinerario de Rimbaud y de su modo de vida, así como de su estado de ánimo
(salvo en lo que respecta a los sentimientos hacia los destinatarios de sus cartas).
Hay aquí un doble escamoteo del sujeto,
tematizado en su correspondencia, en particular en la carta llamada
“du voyant” (del vidente);
sus cartas ignoran la distancia cultural y geográfica que existe entre sus lectores
y el mundo sobre el cual proyecta su mirada,
y resultan difíciles de asimilar a nuestra concepción del autor-poeta y
del autor-viajero. Porque:
Si les vieux imbéciles n’avaient pas trouvé du moi que la signification fausse,
nous n’aurions pas à balayer ces millions de squelettes qui, depuis un temps infini,
ont accumulé les produits de leur intelligence borgnesse, en s’en clamant les auteurs !
(Œuvres 250)
Si los viejos imbéciles no hubieran encontrado algo del “yo” que el significado
falsea, no tendríamos que barrer estos millones de esqueletos, que, después
de un tiempo infinito, han acumulado los productos de su inteligencia miserable,
exclamando ser sus autores!
Pero si Rimbaud no cuenta su vida cotidiana,
si no describe sino muy rápidamente el mundo que ve
(aunque a veces lo fotografía), especula, en cambio, sobre las posibilidades
de rentabilizar los recursos de esas regiones, de acumular capital a través
de sus nuevos desplazamientos. En este sentido, puede decirse que la producción
poética de Rimbaud está también vinculada a sus escritos “no literarios”
porque lo que caracteriza a la mercadería y al relato es la circulación:
el periplo de comerciante de
Rimbaud no tiene, en un comienzo, un objeto definido;
está decidido a dedicarse al comercio pero
son las circunstancias (geográficas y geopolíticas) las que van a determinar
la elección
de un tipo de mercadería (café, oro, animales, armas, marfil, cacerolas, etc.)
—lo que quiere es participar de un movimiento de circulación, o crearlo."
"Es el sentido que se atribuye generalmente a su última carta,
escrita en Marsella el día de su muerte,
y dirigida al director de la compañía Messageries Maritimes, y que muestra
supuestamente su deseo ansioso de dejar Europa, pero que traduce también
su ansia permanente de movimiento:
“Envoyez-moi donc le prix des services d’Aphinar à Suez.
Je suis complètement paralysé:
donc je désire me trouver de bonne heure à bord.
Dites-moi à quelle heure je dois être transporté à bord…”
(“Envíeme entonces el precio de los servicios de Afinar a Suez.
Estoy completamente paralizado:
por ello deseo hallarme temprano a bordo.
Dígame a qué hora debo ser transportado a bordo…”) (Œuvres 708)."
Homo explorator. La escritura “no literaria” de Arthur Rimbaud, Lucio V. Mansilla y Heinrich Schliemann
Annick Louis, Universidad de Reims, Centre de Recherches pour les Arts et le Langage (CNRS-EHESS
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