El Anekantavada del Jainismo
sábado, mayo 02, 2015
Anekantavada yáin-djarma
Jainismo
Syādvāda: doctrina de la predicación condicionada.
Nayavāda: teoría de puntos de vista parciales.
La madre de Gandhi era jainie.
«Símbolo antiguo del Jainismo Karma:
Un concepto esencial en esta religión es el de karma
(es distinto del de los hindúes y budistas).
Para los jainíes se compone de finas partículas que se adhieren al alma,
modelándola de forma gradual y aportándole un peso que la ata a la tierra. Todas las acciones, sean buenas o no, producen cierta materia kármica que se adhiere al alma, pero las malas acciones producen un karma más pesado, del que es más difícil liberarse. La liberación de la rueda de renacimientos tiene lugar en dos planos.
Al abandonar la acción, es posible prevenir la aparición de un nuevo karma,
y mediante la penitencia, centrada en la vida de austeridad, es posible
alejar el karma ya adquirido.
Por eso, la no violencia absoluta
y la muerte voluntaria de hambre
eran rasgos de la vida del fundador Mahavirá y de otros santos jainíes.»
«El sabio, ya saturado del conocimiento del dolor del mundo, sólo podía ver en ellos ilustraciones de
un estado cósmico incorregible
y, a la luz de ese conocimiento, lo único evidente era la importancia infinita que para el individuo infinito tenía
la tarea espiritual de salir de esa exquisita pesadilla»
«Esta religión admite el suicidio de aquellos religiosos
que alcancen altos grados de espiritualidad y se dejen morir
por inanición cuando están en un estado de abstracción profunda.»
«Se puede decir que apenas ofrecen creaciones originales desde el punto de vista artístico, a excepción de las miniaturas del Kalpasutra. Hay que tener en cuenta la poca importancia que dan a los dioses, y que el pensamiento de su doctrina explica la desnudez de sus imágenes. Podemos pensar que el despego que inculca esta religión no es compatible con la creación de los templos que nos han dejado, ya que hacía falta dinero para su construcción.
Pero fue posible porque los jainíes adquirieron poder económico y cultural. Se dedicaban al comercio, a la orfebrería, y su honestidad les hizo conseguir la confianza de la gente. En épocas antiguas llegaron a ocupar altos cargos en la administración, consejeros de príncipes y disfrutaban de un alto nivel económico.»
«El jainismo surgió en el norte de la India siglos
antes de la aparición del budismo
y se difundió por todo el subcontinente.»
«La creencia filosófica básica de los jainistas es que todo ser del mundo tiene jiva o un principio sintiente, cuya característica diferencial es la conciencia unida a la energía vital y a una disposición feliz. La idea es que la conciencia es continua y que no hay nada en el universo sin cierto grado de sensibilidad en los diversos niveles de existencia consciente y aparentemente inconsciente, desde su forma más desarrollada en el ser humano adulto a los modos embrionarios invisibles de los animales «inferiores» y las plantas. (Aquí la sensibilidad no está meramente determinada por respuestas de dolor-placer.) Sin embargo, todo principio sensible subsiste en una relación contingente con la cantidad de karma, que se define como una materia «inmaterial no consciente» sumamente sutil que determina la naturaleza relativa del ser. La actividad, tanto de tipo volitivo como no volitivo, produce el karma y por asociación condiciona el desarrollo del ser sensible, determinando la muerte eventual y la reencarnación del «alma» particular. Si puede evitarse y agotarse el karma podría romperse el cautiverio, detenerse el proceso cíclico y el principio sensible podría llegar a su máxima realización —una creencia que el jainismo comparte con muchas tradiciones de pensamiento hindúes y budistas (Gami> 1979, págs. 111-14).» (Peter Singer, Compendio de ética.)
«No se conoce mucho acerca del origen del jainismo, aunque según sus seguidores es una de las religiones más antiguas de la región y también del mundo, porque sus orígenes prehistóricos
datarían de antes del 3000 a. C.
y de los comienzos de la cultura índica del río Indo, con sus misteriosas ciudades, ahora en ruinas, de Mohenho Daro y Harappa. En el MatsiaPurāná aparece una mención al jina-dharma, la doctrina de los jainistas.»
«A través de estas actividades esperan descargar su alma del peso de la materia kármica y
evitar posteriores reencarnaciones.»
«Desde el punto de vista epistemológico, el jainismo es relativista, defiende que el conocimiento del mundo sólo puede ser aproximado.»
«Su concepto del tiempo, del kala, parece formulado por un físico actual. Su unidad de tiempo más pequeña es el samaya. Éste es el tiempo que tarda el átomo más lento en recorrer la distancia de su propia longitud. Una cantidad innumerable de samayas constituyen un avalika, y 1.677.216 avalikas componen un muhurta, que equivale a 48 de nuestros minutos. Treinta muhurtas equivalen a un ahoratra, que es la duración exacta de un día y una noche. Si multiplicamos 48 minutos (un muharta) por 30, obtenemos 1.440 minutos, que es exactamente el número de minutos que hay en 24 horas. Pero la medida del tiempo de los jainistas tiene millares de años de antigüedad, y se dice que fue comunicada a los seres humanos por seres celestiales. Quince ahoratras constituyen un paksha, que es medio mes; dos pakshas equivalen a un mes. Dos meses son una estación; tres estaciones son un ayana o temporada. Dos ayunas valen un año, y 8.400.000 años son un purvanga. Pero el cálculo continúa: 8.400.000 purvangas constituyen un purva (16.800.000 años). La cuenta de los jainistas llega hasta increíbles números de 77 cifras. Más allá de estas cifras, los valores se dan en términos de conceptos concretos, semejantes a nuestros años luz, para una distancia tan enorme como 9.500.000.000.000 kilómetros. ¡Realmente asombroso!»
En los textos científicos de los jainistas, el átomo ocupa un punto en el espacio. Este átomo puede unirse con otros para formar un skandha, que abarca entonces varios puntos en el espacio o un número de éstos imposible de medir. Nuestra propia ciencia enseña lo mismo: dos átomos pueden formar una cadena de proporciones mínimas, pero también existen cadenas moleculares que contienen muchos millones de átomos. Estas cadenas atómicas producen sustancias y materiales de diversas densidades. Las enseñanzas jainistas distinguen seis formas principales de cadenas o conexiones de este tipo: Fino-fino: cosas que son invisibles; Fino: cosas que también son invisibles; Fino-áspero: cosas que son invisibles pero perceptibles por el olfato y el oído; Áspero-fino: cosas que se ven pero no se sienten, como las sombras o la oscuridad; Áspero: cosas que se reúnen por sí mismas, como el agua o el aceite; Áspero-áspero: cosas que no se reúnen sin ayuda exterior, como la piedra o el metal.
En el jainismo, hasta una sombra o un reflejo se consideran materiales, porque son producidas por una cosa. Ni siquiera el sonido se clasifica en la categoría de «fino-fino», sino que se considera una materialidad fina, resultado del «frote de grupos de átomos entre sí». Según esta enseñanza, la sustancia «fina-fina» puede penetrarlo todo y, por lo tanto, puede desempeñar una influencia modificadora sobre otras sustancias.
La sustancia que penetra en un alma se expresa como karma, lo que nos vuelve a llevar al tema de la reencarnación. Se considera que el karma es eterno, lo que podría aportar una idea de inmortalidad de la esencia de cada ser. Actualmente se sabe que todo tipo de materia se puede reducir al nivel atómico. Y el mismo átomo está compuesto de partículas subatómicas, entre las que destaca el electrón, que oscila a un ritmo de 1023 veces por segundo. Actualmente los jainistas considerarían la materia de este electrón como «fina-fina»: ya que no es posible captarla y, además, es inmortal. El átomo actúa como «el espíritu dentro de la materia», de manera parecida a una onda de radio que penetra sustancias determinadas. Y resulta que los pensamientos de toda forma de vida influyen sobre sus obras. En línea con esto, el astrónomo y físico inglés Arthur Eddington escribió: «La sustancia del mundo es la sustancia del espíritu». Y Max Planck, ganador del premio Nobel de Física, dijo lo siguiente: “No existe la materia como tal. Toda la materia surge y se sustenta únicamente en virtud de una fuerza que hace oscilar las partículas”.»
«Este karma contiene toda la información sobre la forma vital a la que pertenece. A lo largo de la vida pensamos y sentimos; estos pensamientos y estos sentimientos se trasponen sobre la sustancia «fina-fina» del karma.»
«Después de su iluminación, sintió (Buda)
que era la reencarnación de un ser celestial.»
«La idea de las cuatro épocas, o seis, en el jainismo, sorprendentemente también está presente en la mitología sumerio-babilónica.»
«Somete tu ego, porque el ego es difícil de someter,
si tu ego se somete, serás feliz en este mundo y en el próximo.»
«Y entonces, ¿cómo ha de morir el asceta?
No ha de esperar hasta que la muerte lo toque;
sino que cuando él ha alcanzado ese punto donde en ese cuerpo
no puede hacer más progresos, cuando ha alcanzado ese límite
del cuerpo, ha de dejarlo de lado
y salir del mundo con la muerte por inanición voluntaria.»
«Se ha dicho, ingenuamente, que los movimientos meditativo-ascéticos como el Jainismo, el Budismo, el Ajivaka, el Yoga,o el Samkya, que enfatizan la condición de sufrimiento del ser humano, implican una realidad social de miseria, empobrecimiento y conflicto social. ...
Desde mi punto de vista, es difícil seguir esta linea de razonamiento.
Los renunciantes jainistas, budistas o brahmánicos no hablan de miseria social.
Los sufrimientos a los que se refieren es existencial, es la percatación de la absoluta finitud de la condición humana.
Por lo que sabemos, entre los siglos -IX/-V, todo el curso del Ganges conoció un desarrollo económico, social y político espectacular.
El uso de dinero en moneda ya era corriente en el siglo -VI.
Está atestiguado el comercio con Babilonia, con Persia, con la isla de Ceylan y hasta con el Mediterraneo.» (Agustin Pániker, Jainismo.)
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