En el trapecio de tus sueños hice gestos. Hice gestos con una copa de champán en la mano. Te miré; allá abajo, sonreíste; te saludo con un gesto de cabeza y tú a mí con uno de tu mano. Cayeron girasoles rotos del techo. Vi barcos amarillos como frutas paradójicas y paisajes del tiempo. Y nuestras manos con raíces de agua. Y ahora...
Dostoievski
Gruchegnka: «Le he querido durante una hora, sólo durante una hora; pero que se acuerde siempre de esta hora.»
martes, abril 28, 2015 «Ahora, Aliocha, voy a confesarme a ti, a ti solo, para que sepas quién soy. Yo quería perderte. Tanto lo deseaba, que compré a Rakitine para que te trajera. ¿Por qué tenía yo este deseo? Tú, ni sabías nada ni querías nada conmigo. Cuando pasabas por mi lado, bajabas los ojos. Yo preguntaba a la gente por ti. Tu imagen me perseguía. Yo...
Dostoievski
Dostoievski: «-Yo no me rebelo contra Dios. Es que no acepto su universo.» «Así, pues, el juicio de Dios no coincide con el de los hombres.»
martes, abril 28, 2015 «-Así, pues, el juicio de Dios no coincide con el de los hombres.» «¿Dónde estaba la Providencia? ¿Por qué se había retirado en el momento decisivo, como sometiéndose a las leyes ciegas a implacables de la naturaleza?» «-Yo no me rebelo contra Dios -dijo con un esbozo de sonrisa-. Es que no acepto su universo.» Dostoievski, Los hermanos Karamazov. ...
«En el infierno hay seres que permanecen altivos y hostiles a pesar de haber adquirido la claridad de pensamiento y de tener ante sus ojos la verdad incontestable. Algunos de ellos son verdaderos monstruos entregados enteramente a Satanás y a su orgullo, mártires voluntarios que no se sacian de infierno, que se han maldecido a sí mismos,por haber maldecido a Dios y a...
«Esos hombres poseen la ciencia, pero una ciencia supeditada a los sentidos. Al mundo espiritual, la mitad superior del género humano, se le rechaza alegremente, incluso con odio. Sobre todo en estos últimos años, el mundo ha proclamado la libertad. ¿Pero qué significa esta libertad? La esclavitud y el suicidio. Pues se dice: «Tienes necesidades: satisfácelas. Posees los mismos derechos que los grandes...
Comentarios
Dostoievski, Sobre el suicidio: «Estoy dispuesto a expiar mi crimen hasta el fin con tal que no repercuta en mi mujer y mis hijos.» «Entonces Dios entregó a Satán a aquel hombre (Job) justo y amado por Él.» «y que Dios permitiera la ruina de su siervo»
lunes, abril 27, 2015 «Dirigió una amable sonrisa a sus huéspedes y continuó: -Padres míos, yo no he dicho nunca, ni siquiera a este joven, por qué su rostro ha despertado en mí tan gran afecto. Ha sido para mí como un recuerdo y como un presagio. En la aurora de mi vida, yo tenía un hermano que murió ante mis ojos apenas cumplió los diecisiete años....
Dostoievski
El ataque epilectico de Smerdiakov fue la señal para la ejección del padre de los Karamazov, Fiodor Pavlovitch
lunes, abril 27, 2015 «-¿Cómo se lo podré impedir si me da el ataque? Eso suponiendo que me atreva. ¡Es tan violento! -¡Vete al diablo! ¿Cómo puedes saber con tanta seguridad que mañana te va a dar un ataque? Te estás burlando de mí. -Nunca me atrevería. Además, el momento no se presta a las burlas. Presiento que sufriré un ataque y que el miedo lo provocará.»...
Dostoievski
Dostoievski pensando en el suicidio: «Volverás a ellos o te suicidarás», le dijo Aliocha a su hermano Iván Karamazov.
lunes, abril 27, 2015 «... espero cumplir los treinta años; entonces haré trizas mi copa. -¿Y los tiernos brotes, las tumbas queridas, el cielo azul, la mujer amada? ¿Cómo vivirás sin tu amor por ellos? -exclamó Aliocha con profundo pesar-. ¿Se puede vivir con un infierno en el corazón y en la mente? Volverás a ellos o te suicidarás, ya en el límite de tus fuerzas. -Hay...
El naufragio de los poetas locos. Narración de las frases sueltas que van diciendo los poetas locos que fueron encerrados uno tras otro a lo largo de los siglos en este manicomio. Luego son llevados en barco a una isla perdida, a la Isla del Olvido. Mi padre vino en barco y yo me hice árbol. Y yo soy una sirena y tú...
III Ya he dicho que me dormí sin darme cuenta de ello. Hasta mientras me dormía continué dándole vueltas a los mismos asuntos. De pronto, soñando, vi que agarraba el revólver y que lo aplicaba sobre el corazón, no en la cabeza, y eso que mi resolución había sido levantarme la tapa de los sesos. Permanecí un instante inmóvil, con el cañón apoyado...