Dostoievski: «me sentí de repente arrebatado por una terrible apetencia de riesgo.»
sábado, abril 04, 2015
«Ahora bien, no sé por qué extraño capricho, cuando noté que el rojo había salido siete veces seguidas, continué apostando a él. Estoy convencido de que en ello terció un tanto el amor propio: quería asombrar a los mirones con mi arrojo insensato y -¡oh, extraño sentimiento! recuerdo con toda claridad que, efectivamente, sin provocación alguna de mi orgullo,
me sentí de repente arrebatado por una terrible apetencia de riesgo.
Quizá después de experimentar tantas sensaciones, mi espíritu no estaba todavía saciado, sino sólo azuzado por ellas, y exigía todavía más sensaciones, cada vez más fuertes, hasta el agotamiento final.
Y, de veras que no miento: si las reglas del juego me hubieran permitido apostar cincuenta mil florines de una vez, los hubiera apostado seguramente. En torno mío gritaban que esto era insensato, que el rojo había salido por decimocuarta vez.»
Dostoievski, El jugador.
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