"Tal vez el motivo era que en él había algo infantil, ya que no había recibido el cariño de un padre, pues éste había muerto muy joven. Además, había salido muy pronto de casa y no se había sentido atraído por la ternura de la madre, que, medio ciega, vivía en una de esas ciudades de provincia por las que no pasa el...
"ese lugar había sido su destino desde el principio" "Estaba cerca del corte, al lado de una piedra desprendida. Los hombres sentaron a K en el suelo, le apoyaron contra la piedra y reclinaron su cabeza." "Entonces uno de los hombres abrió su levita y sacó de un cinturón que rodeaba al chaleco un cuchillo de carnicero largo, afilado por ambas partes; lo...
«Viejos actores de segunda fila es lo que envían para recogerme» –pensó K, y miró a su alrededor, para convencerse otra vez de ello–. «Buscan librarse de mí de la forma más barata». K se volvió de repente y preguntó: –¿En qué teatro actúan ustedes? –¿Teatro? –preguntó uno de los hombres con un tic en la comisura del labio, volviéndose hacia su compañero...
"La vaguedad y el desapego le permiten una indiferencia cómica, como si fuera únicamente un espectador no privilegiado de su propia existencia. Las cartas y la ficción se superponen. En un sentido, la ficción es aún más privada y se parece más a un diario que las cartas, sin que todavía vaya dirigida a un lector ajeno. (...) En las cartas podía recurrir...
"Sus conocimientos de filosofía y psicología agudizaron su conciencia de que los estados de ánimo pueden ser prácticamente independientes tanto de los sucesos mentales como de los eventos externos (...) La vida era incontrolable, un revoltijo de experiencias. Lo único que podía hacer era deslizarse por ella y agarrarse a las sensaciones o acontecimientos pasajeros. Si una chica se enamoraba de él, quizá...
"Esta carta iba dirigida a Oskar Pollak, que había abandonado Praga para trabajar de profesor en Castle Ober-Studenec, al sur de Pilsen. Kafka no sólo se sintió privado de su mejor amigo, sino también debilitado, como si hubiese perdido un instrumento de visión, un periscopio." Ronald Hayman, Kafka, Biografía . ...
"Antes del hotel, todo fue encantador, emocionante y ruin; en el hotel no cambiaron las cosas. (...) pero sobre todo mi dicha consistía en que todo aquello no fuese aún más mezquino, más sucio. (...) era mi enconada enemiga, aunque se trataba de una chica amistosa y de buen corazón. (...) el hecho de que en el hotel ella hiciera algo ligeramente asqueroso...
"Franz advertía que Brod era a veces poco proclive a esforzarse mentalmente" "Brod pronto empezó a apuntar frases (de Kafka): "El habla le sale de su boca como una vara." "Incapaz de ocupar él mismo la totalidad de su vida" Ronald Hayman, Kafka, Biografía . **** "Max Brod...
"El juez, incluso, se mostró desagradablemente sorprendido cuando comencé a hablar de Block «No me hable de Block», dijo. «Pero es mi cliente», dije yo. «Deja que abusen de usted», dijo él. «No creo que su causa esté perdida», dije yo. «Deja que abusen de usted», repitió él. «No lo creo», dije yo" Kafka ...
"(durante 8 años, con sus días y con sus noches) Aprendimos una lengua hasta los más sutiles detalles, y ello nos fue de utilidad toda la vida." [Kafka siguió] "el curso de lógica formal y psicología empírica que Gschwind dictaba en una celda de su monasterio, con ayuda de libros de Gustav Adolph Lindner, que tomaba la conducta del lobo y del tigre...
"Me quedé inmóvil y supliqué perdón. Ella me arrastraba. Yo la amenacé con desquitarme por medio de mis padres. Ella se rió. Era omnipotente allí. Me aferré a las esquinas y puertas de las tiendas, me negué a dar un solo paso hasta que ella me hubiera perdonado, le desgarré la falda, pero ella me llevó a rastras, prometiendo que también informaría esto...
"... padre, que en última instancia casi sin causa podía venir una noche y transportarme de la cama al balcón: a tal punto era yo una nulidad para él." Kafka [Nota: Con sus ventanas permanentemente abiertas Kafka transforma su habitación en el balcón de América como repetición de la noche del castigo. Yo, perro y criado, gozo de completa y perfecta sumisión.] ...
"Si me duele el estómago, no ... consigo diferenciarlo eficazmente de un desconocido que desea atacarme." "Me limitaré a evadirme por medio de un tiro del lugar donde no estoy." "En ningún momento he estado íntimamente persuadido de estar vivo." "Ya ve, sólo poseo una conciencia tan fugaz de las cosas que me rodean, que siempre pienso que hubo un instante en que...
"Esa peculiaridad consiste en que Leni encuentra guapos a la mayoría de los acusados. Se encapricha de todos, los ama, al menos aparentemente todos le corresponden; para entretenerme, cuando le doy permiso, me cuenta algo. Para mí no es ninguna sorpresa, como para usted parece serlo. Cuando se tiene la perspectiva visual adecuada, se encuentra que, efectivamente, la mayoría de los acusados son...
"Usted pudo notar, cuando vine la primera vez acompañado de mi tío, que el proceso no me importaba mucho. Si no me lo recordaban con insistencia, lo olvidaba por completo." Kafka ...
"No salgas del engaño de que me necesitas. Engáñate aún más a fondo. Porque mira, a ti eso no te hace ningún daño, si alguna vez quieres desembarazarte de mí, siempre tendrás fuerzas suficientes para hacerlo, pero mientras tanto me habrás hecho un regalo como jamás hubiese soñado encontrar en esta vida. Así es, aunque, dormida, digas que no con la cabeza." "no...
"...paso por el mercado a comprar algo para comer. Allí veo opíparos pescados expuestos, preguntó su precio y consigo que me los bajen de cien denarios a veinte. Cuando ya me iba me encuentro con Pitias, que había sido condiscípulo mío en la Atenas ática... viene afectuosamente hacia mí, me abraza y me besa amistosamente y exclama: "¡Lucio! ¡ Cuánto tiempo sin verte!...
"«¡Perdone! -gritará alguien-. Usted no puede protestar: dos y dos son cuatro. A la naturaleza no le preocupan las pretensiones de usted; no le preocupan sus deseos; no le importa que sus leyes no le convengan a usted. Está usted obligado a aceptarla tal como es y a aceptar todo lo que procede de ella. El muro es un muro...», etcétera. Pero ¿qué...
"El Kafka-literatura se ha visto en el espejo de Iván Petróvich y se ha trasformado a sí-mismo en ser y personaje de las obras de Dostoievski." "... me volví hacia el fondo del cuarto, y en la profundidad del espejo encontré una nueva meta" ("Desdicha"). ¿Qué es lo que descubre Kafka en su lectura de Humillados y ofendidos?: Que el personaje-escritor Iván Petróvich,...
"Búsquedas más minuciosas revelaron la existencia de una hoja de papel amarillenta, visiblemente vieja y escrita a lápiz. Su contenido es el siguiente: Querido Max:"Quizá ya esta vez no me levante. Después de este mes de fiebre pulmonar es muy probable que sobrevenga una inflamación seria de los pulmones; por más que lo escriba, ello no podrá evitarla, aunque sin embargo pueda ejercer...
'El coraje y el afán del imitador" "entonces era un completo demente y allí, en la desesperación final, recibiría la recompensa por su demencia." "Su vida (la de Brod) se volvió a mis ojos más preciosa que la mía. Su cara me pareció hermosa, me enorgullecí de su éxito con las mujeres y participé en los besos que él había recibido de ambas...
"Anoche consagré mis horas nocturnas en repetirle una y otra vez,
en una carta imaginaria"
Kafka
. ****
"En un viaje que hace Max Brod a Berlín, se entrevista con Felice, quien le dice:
“No sé por qué, pero el caso es que Franz me escribe bastante,
pero sin embargo,
sus cartas no logran tener sentido. No sé de qué se trata”."
"En el Diario, refiriéndose a Felice, cuando la conoce en la casa de Max Brod, el mismo día en que la conoce, en agosto de 1912, escribe en el Diario acerca de ella:
“Un rostro vacío que exhibe abiertamente su vaciedad”.
Repite esta frase con variantes en el Diario en sus cinco años de noviazgo.
No es una frase aplicable a un rostro amado."
"Es el amor que construye, el amor-verdad por Felice, que construye
o inventa."
Carlos Correas
. ****
"dejemos que respuesta y pregunta se enmarañen a su gusto"
"La escalera estaba cubierta de arriba abajo por una gruesa capa de esas cuartillas ya leídas, y los sueltos, elásticos papeles lanzaban poderosos susurros al rozarse unos sobre otros.
era un verdadero sueño de deseo"
(Nota: Sueño inventado al estilo Freud.)
"De nuevo no estoy respondiendo a nada"
"No te inquietes, en ningún caso telefonearé"
"No te molestará, se me está ocurriendo, esta clase de papel de cartas,
¿verdad? El de mi hermana lo terminé hace unos días, y yo personalmente casi nunca he tenido papel de cartas propio.
Por eso arranco una a una las hojas de mi diario de viaje
de este año y,
con la mayor desvergüenza, te las envío.
Pero voy a intentar compensarte por esto
adjuntando una hoja que acaba de caerse del cuaderno"
"vamos a dejar que espere un poco la carta. ¡Oh tú, mi más amada tentación!"
Kafka a Felice
. ****
"Pero no debe sospechar que la he escrito a usted, debe ignorar por completo el que me hallo al corriente de que usted y él mantienen correspondencia"
(Supuesta carta de Julie Kafka a Felice.)
. ****
1914, 27 de julio. (...) Carta deshonesta y coqueta. "No piensen demasiado mal de mí."
"En un viaje que hace Max Brod a Berlín, se entrevista con Felice, quien le dice: “No sé por qué, pero el caso es que Franz me escribe bastante, pero sin embargo, sus cartas no logran tener sentido. No sé de qué se trata”." Carlos Correas . ...
" La invención del diablo. Cuando estamos poseídos por el diablo, no puede ser uno solo, porque entonces viviríamos, al menos en la tierra, tranquilos, como con Dios, en unidad, sin contradicción, sin reflexión, siempre seguros del ser que tenemos detrás. Su rostro no nos asustaría, porque como seres demoníacos, por poca sensibilidad que tuviésemos para esta visión, seríamos lo bastante listos para sacrificar una mano con que mantener tapado su rostro. Si simplemente nos poseyera un único demonio, con una visión global, tranquila e inalterable de todo nuestro ser y con la libertad de disponer de nosotros en cualquier momento, entonces tendría asimismo fuerza suficiente para mantenernos durante toda una vida humana tan por encima del espíritu de Dios, y para lanzarnos hacia todas partes, que tampoco llegaríamos a ver un solo destello de él, o sea que tampoco por este lado seríamos inquietados. Sólo toda la caterva de demonios puede determinar nuestra infelicidad terrena. ¿Por qué no se exterminan mutuamente hasta que sólo quede uno de ellos, o por qué no se someten jerárquicamente a un gran diablo? Ambas cosas responderían al principio diabólico de engañarnos lo más completamente posible. Si sigue faltando la unidad, ¿de qué sirve la penosa atención que nos dedican todos los diablos? Es sencillamente obvio que la caída de un solo cabello de un hombre tiene más importancia para los diablos que para Dios, porque al diablo se le cae realmente el pelo, y a Dios no. Así, mientras haya en nosotros toda esa cantidad de diablos, nunca llegaremos a sentirnos cómodos."
"10 de marzo. Domingo. Sedujo a una muchacha en un pueblecito del Isergebirge, donde pasó todo un verano para restablecer sus delicados pulmones. Incomprensiblemente, como suelen hacer a veces los enfermos de los pulmones; después de un breve intento de convencerla, derribó a la muchacha, que era la hija de su patrono y que solía pasear gustosa con él por la noche después del trabajo, sobre la hierba de la orilla del río
y la poseyó mientras ella estaba sin sentido
a causa del espanto. Luego tuvo que sacar agua del río en el hueco de sus manos y rociar con ella el rostro de la muchacha para volverla a la vida. «Julchen, Julchen...», le dijo innumerables veces, inclinado sobre ella.
Estaba dispuesto a asumir toda la responsabilidad de su abuso
y sólo hacía esfuerzos por hacerse cargo de la gravedad de su situación. No hubiera podido comprenderla sin reflexión. La muchacha sencilla que tenía acostada ante el, que volvía a respirar con regularidad y sólo mantenía aún los ojos cerrados por el miedo a la confusión, no podía crearle problemas;
con la punta del pie, él, un hombre alto y fuerte, podía apartar a la muchacha. Era débil e insignificante,
¿acaso lo que le había ocurrido podía tener para ella una importancia que durase siquiera hasta la mañana siguiente? ¿No lo juzgaría así cualquiera que les comparase? El río corría tranquilo entre las praderas y campos, hacia las montañas más alejadas. Aún daba el sol en el echve de la orilla opuesta. Las últimas nubes se alejaban bajo el puro cielo del crepúsculo."
"Porque evidentemente había que adaptarlo, ya que, en primer lugar,
el plagio no tenía que descubrirse a primera vista,
y, en segundo lugar, un artículo de treinta y dos páginas era un artículo demasiado extenso para el periódico.
Al preguntarle yo si quería mostrarme los pasajes que coincidían, porque me interesaba mucho verlos y porque sólo así podía darle un consejo sobre la conducta a seguir, él se me pone a leer su ensayo, busca luego otro fragmento, pasa hojas sin encontrarlo, y
acaba diciendo que es la totalidad lo que han copiado.
Así, por ejemplo, dice el periódico: El alma del niño es una página en blanco, y también en su ensayo aparece la expresión «página en blanco». O la expresión «el antedicho», que también está copiada; ¿cómo, si no, se les habría ocurrido poner «antedicho»?
Pero no puede comparar pasajes concretos. Evidentemente,
todo está copiado, pero justamente con disimulo, en otro orden, abreviado y con pequeñas interpolaciones.
Leo en voz alta algunos fragmentos de los más llamativos en el artículo del periódico. ¿Aparece esto en el ensayo? No. ¿Y esto? No. ¿Y esto? No. Pero éstos son precisamente los trozos añadidos.
"4 de enero. Sólo por vanidad me gusta tanto leerles cosas a mis hermanas (hasta el punto de que hoy, por ejemplo, se ha hecho demasiado tarde para escribir). No es que esté convencido de que con la lectura pueda alcanzar algo significativo; más bien me domina simplemente el ansia de adentrarme tanto en las excelentes obras que les leo, que junto a ellas, no sólo por mis méritos, sino por la simple atención suscitada por lo leído, y ciega a lo no esencial, ante mis expectantes hermanas,
me fundo en uno con ellas,
y por esta razón, bajo los efectos encubridores de la vanidad, puedo participar también como una causa en todo el influjo que la obra ha ejercido por sí misma. De ahí que, ante mis hermanas, lea también de un modo realmente maravilloso, que acentúe en ciertos momentos con una precisión que mi sensibilidad cree perfecta, porque así me veo recompensado con creces, no sólo por mí mismo, sino también por mis hermanas.
Pero si leo ante Brod, o Baum, u otros, mi lectura les parecerá espantosamente mala, a causa de mis pretensiones de ser alabado, aun cuando nada sepan de la bondad de mis habituales lecturas; porque en este caso veo que
el oyente mantiene la separación entre yo y lo leído;
no puedo fundirme totalmente con el texto
sin que, en mi opinión (que no puede esperar ayuda alguna del oyente), resulte ridículo; ando revoloteando con la voz en torno a las palabras leídas; intento, puesto que así lo desean, penetrar en tal o cual aspecto, pero no lo pretendo seriamente,
porque tampoco lo esperan de mí;
lo que realmente esperan: que lea tranquilo y distante, sin vanidad, y que sólo me apasione cuando mi propia pasión lo exija, es algo que no puedo conseguir; pero aunque creo haberme acostumbrado a ello y me resigno por tanto a leer mal ante todo el mundo, excepto ante mis hermanas, mi vanidad (que en este caso no tendría razón de ser) se demuestra en el hecho de que me siento ofendido si alguien objeta algo a lo leído, me ruborizo y quiero continuar leyendo en seguida,
del mismo modo que, una vez he empezado a leer, aspiro a continuar leyendo indefinidamente,
con el inconsciente deseo de que, en el transcurso de la prolongada lectura se produzca al menos el falso y vanidoso
sentimiento de la unidad con el texto leído;
olvido en este caso que nunca tendré la suficiente energía instantánea para incidir con mi sensibilidad en la clara visión del oyente, y que en mi casa son siempre mis hermanas las que empiezan con la anhelada confusión."
"En mí se puede reconocer perfectamente una concentración apta para escribir.
Cuando se hizo evidente en mi organismo
que la literatura era la manifestación más productiva de mi personalidad, todo tendió a ella y dejó vacías todas las facultades que se orientaban hacia los placeres del sexo, de la comida, de la bebida, de la meditación filosófica, y principalmente de la música. Me atrofiaba en todos los aspectos. Esto era necesario, porque mis energías, en su totalidad, eran tan escasas que únicamente reunidas podían ser medianamente utilizables para la finalidad de escribir. Naturalmente, no di con esta finalidad de un modo autónomo y consciente;
fue ella la que se encontró a sí misma
y ahora se ve obstaculizada únicamente, pero de un modo radical, por la oficina. En cualquier caso no debo lamentarme porque no pueda soportar una amante,
porque entienda casi tanto de amor como de música
y tenga que contentarme con los efectos más superficiales y fugaces"
"Me había propuesto leerle a Max, por la tarde, algo de mis diarios; me encantaba hacerlo, pero no lo hice. No había consonancia en nuestros sentimientos; esa tarde adivinaba en él una meticulosidad calculadora y cierta prisa; casi no era mi amigo, aunque seguía dominándome aún hasta el punto de que yo hojeaba una y otra vez, inútilmente, mis cuadernos, viéndome a mí...
"Sobre todo, me faltaba en absoluto la capacidad de tomar la menor disposición de cara a un futuro real.
Mis pensamientos se detenían en las cosas presentes y en sus situaciones presentes,
no por escrupulosidad o por un interés excesivamente firme, sino más bien —cuando la causa no era la endeblez de mis ideas— por tristeza y por temor; por tristeza, ya que, siendo tan triste el presente, no me creía con derecho a abandonarlo antes de que se hubiese resuelto en felicidad; por temor, ya que,
al tener miedo de dar el menor paso en el presente,
me consideraba asimismo indigno, con mi lamentable aspecto infantil, de enjuiciar seriamente, con responsabilidad, el vasto porvenir viril, que además me parecía generalmente tan imposible, que el menor avance hacia él
se me aparecía como una falsificación, y lo más inmediato como inalcanzable.
Admitía más fácilmente los milagros que el progreso real,
pero era demasiado frío para no mantener los milagros dentro de su esfera, y el progreso real en la suya propia.
De ahí que, antes de dormirme, pudiese dedicar mucho rato a pensar que alguna vez, ya rico, entraría en el barrio judío en un coche de cuatro caballos,
liberaría con una palabra enérgica a una muchacha injustamente apaleada,
y me la llevaría en mi coche; no me afectaban mucho, sin embargo, estas frívolas creencias, que probablemente
"Mi tendencia a la imitación no tiene nada de teatral;
le falta principalmente la unidad. Lo grosero, lo llamativamente característico, no puedo imitarlo en toda su extensión; siempre he fracasado en tales intentos; son contrarios a mi naturaleza. En cambio
siento un decisivo impulso hacia la imitación
de los detalles de lo grosero; imitar las manipulaciones de ciertas personas con sus bastones de paseo, la posición de sus manos, los movimientos de los dedos, es algo que no puedo resistir y que hago sin esfuerzo. Pero precisamente esta falta de esfuerzo, esta sed de imitar me alejan del actor, porque la falta de esfuerzo tiene su contrapartida en el hecho de que
nadie advierte que estoy imitando.
Sólo mi propio reconocimiento satisfecho, o más frecuentemente lleno de aversión, me demuestra que lo he conseguido. Sin embargo,
mucho más allá de esta imitación exterior, está la interior,
a menudo tan convincente y decisiva
que no queda espacio dentro de mí para observar y constatar esta imitación,
sino que me la encuentro únicamente en el recuerdo. Pero en él,
la imitación es también tan perfecta y me sustituye a mí mismo"
ante dos agujeros que hay en el suelo, alguien espera la aparición de algo que sólo puede salir del agujero de la derecha.
Pero, mientras éste permanece cerrado por una tapa vagamente perceptible, sale del izquierdo una aparición tras otra;
estas apariciones intentan atraer la mirada hacia ellas
y acabar consiguiéndolo por su creciente voluminosidad, que llega a cubrir incluso el otro agujero, el nuestro, por mucho que tratemos de impedirlo. Y he aquí que entonces, si no queremos dejar aquel lugar —y no lo queremos a ningún precio—,
tenemos que conformarnos con lo que se nos ha aparecido, lo cual, por su fugacidad —su fuerza se agota en el simple hecho de aparecer—,
no puede satisfacernos: pero que,
al quedarse inmóvil por su misma debilidad,
nos permite desplazarlo hacia adelante y en todas direcciones,
con el único fin de suscitar otras apariciones,
porque nos resulta insoportable la constante visión de una de ellas,
y porque además queda la esperanza de que,
tras el agotamiento de las apariciones falsas,
surjan finalmente las verdaderas. ¡Qué poca fuerza tiene la imagen precedente! Entre la sensación real y la descripción metafórica aparece colocada, como un tablón, una suposición incoherente."
"–Ya no espero más –dijo el azotador, tomó el látigo con ambas manos y azotó a Franz, mientras Willem rumiaba en una esquina y miraba a hurtadillas, sin atreverse a girar la cabeza. Entonces se elevó un grito procedente de Franz, ininterrumpido e intenso; no parecía humano, más bien parecía generado por un instrumento de tortura, resonó por todo el pasillo, se tuvo...
La relación de Franz con su familia se agravaba, y en rigor nunca había sido buena: “Soy un hombre cerrado, taciturno, poco sociable, descontento, sin que todo ello constituya una infelicidad para mí, ya que es solamente el reflejo de mi meta. De mi modo de vivir en casa se puede sacar alguna deducción. Vivo en familia con personas bonísimas y afectuosas, más...
"-Se trata del pintor, de ese pintor de brocha gorda. Conseguiremos que lo pongan en libertad. No será difícil, porque el asunto está clarísimo. Nos bastará presionar un poco para que quede la cosa resuelta. -No sé a qué pintor te refieres. -¿No? ¿Es posible que no té haya hablado de esto...? Se trata de la muerte de la vieja usurera. Hay un...
"El 7 de octubre de 1912 escribe a Max Brod que se le ocurre “saltar por la ventana una vez que todos estén dormidos”, y en la carta terminaba por confesar: “no puedo ocultarlo: los odio a todos, uno a uno..." "El método de Brod fue reconstruir la vida de su amigo como un crucigrama, uno que sólo él podía componer, aun cuando...
¿Verdad, Kafka? ------------- "y unos sueños repugnantes. Tenía un perro encima, con una pata cerca de la cara; me desperté, pero durante unos instantes aún tuve miedo de abrir los ojos y mirarlo." Kafka ...
"Kafka fue una usina de paradojas; aun antes de morir reclamó de su médico y amigo, el doctor Robert Klopstock, que lo matara “para no ser un asesino”." "-Yo no soy culpable. ¿Cómo puede ser culpable el hombre?" "Los sentimientos humanos son en Kafka devaluados y marginalizados" "...y las noches no podrán ser lo suficientemente largas para un quehacer, por lo demás, voluptuoso...
All texts, documents, design elements and other content represented on this website are copyrighted and are the sole property of Carlos del Puente. All use and/or publication rights are reserved worldwide. All texts, documents and content are expressly not in the Public Domain. No texts, documents, images or content on this website may be copied, stored, manipulated, published, sold or reproduced in whole or in part in any form without the prior written authorization of an authorized representative of Carlos del Puente. As copyrighted material, all texts, documents, images displayed on this site are protected by copyright, intellectual property and all other applicable laws of the United States and other countries worldwide.