El supuesto idealismo de Dostoievski
domingo, marzo 22, 2015
«Hay veces que hasta el detalle más nimio se lleva la atención del resto.
Falta contar lo más importante acerca de Nikolai; pero guiado por la curiosidad subrayaré ahora que de todas las impresiones que recibió durante el tiempo que pasó en nuestra ciudad, la más indeleble fue la que le produjo la esmirriada y casi abyecta figura de este empleaducho del Estado, marido celoso y tosco, déspota de familia, avaro y prestamista, que encerraba bajo llave restos de comida y cabos de vela, y que era, no obstante,
secuaz ferviente de sabe Dios qué venidera «armonía social»,
hombre que pasaba las noches extasiado ante imágenes fantásticas de un futuro falansterio, en cuya inminente implantación en Rusia y en nuestra provincia creía como en su propia existencia.
Y todo eso allí, donde había ahorrado lo suficiente para hacerse una mísera casucha, donde se había casado por segunda vez y tomado, junto con su mujer, unos centenares de rublos de dote,
y donde tal vez en cien verstas a la redonda no había un solo hombre, empezando por él mismo, remotamente semejante al futuro miembro de la «república y armonía sociales y universales».»
Dostoievski, Los Demonios.
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