Deleuze Multiplicidad

sábado, febrero 15, 2014



"Nos parece que la teoría de las multiplicidades no resiste la hipótesis de una multiplicidad cualquiera (hasta las matemáticas están hartas del conjuntismo). Las multiplicidades, se requieren por lo menos dos, dos tipos, desde el principio.

Y no porque el dualismo tenga más valor que la unidad; pero

la multiplicidad es precisamente lo que ocurre entre ambos.

Así, ambos tipos no estarán ciertamente uno encima de otro, sino

uno junto a otro, uno contra otro, cara a cara o espalda contra espalda.

Las funciones y los conceptos, los estados de cosas actuales y los acontecimientos virtuales son dos tipos de multiplicidades que no se distribuyen sobre una línea de errancia, sino que se refieren a

dos vectores que se cruzan, uno en función del cual los estados de cosas actualizan los acontecimientos,

y el otro según el cual los acontecimientos absorben (o mejor aún adsorben) los estados de cosas.

Los estados de cosas salen del caos virtual bajo unas condiciones constituidas por el límite (referencia): son actualidades, aunque todavía no sean cuerpos ni tan sólo cosas, unidades o conjuntos.

Son masas de variables independientes, partículastrayectorias o signos-velocidades. Son mezclas.

Estas variables determinan unas singularidades, en la medida en que entran en unas coordenadas, y se encuentran cogidas en unas relaciones según las cuales una de ellas depende de un gran número de otras, o inversamente muchas de ellas dependen de una.

A un estado de cosas semejante se encuentra asociada una potencia (la importancia de la fórmula leibniziana mv2 se debe a que introduce una potencia en el estado de cosas).

Ocurre que el estado de cosas actualiza una virtualidad caótica arrastrando con el un espacio que, sin duda, ha dejado de ser virtual, pero responde todavía a su origen y sirve de correlato propiamente indispensable al estado.

Por ejemplo, en la actualidad del núcleo atómico, el nucleón todavía está cerca del caos y se encuentra rodeado por una nube de partículas virtuales emitidas y reabsorbidas constantemente; pero, a un nivel más extremo de la actualización, el electrón está relacionado con un fotón potencial que interactúa sobre el nucleón para formar un estado nuevo de la materia nuclear.

No se puede separar un estado de cosas de la potencia a través de la cual opera, y sin la que no tendría actividad o evolución (por ejemplo, catálisis).

A través de esta potencia puede afrontar accidentes, adyunciones, ablaciones o incluso proyecciones, tal como ya vemos en las figuras geométricas;

o bien perder y ganar variables, extender singularidades hasta la vecindad de otras nuevas;

o bien seguir bifurcaciones que lo transforman;

o bien pasar por un espacio de las fases cuyo número de dimensiones aumenta con las variables suplementarias;

o bien sobre todo individuar cuerpos en el campo que forma con la potencia.

Ninguna de estas operaciones se lleva a cabo sola, todas constituyen «problemas».

Y el privilegio de lo vivo consiste en reproducir desde dentro la potencia asociada en la cual actualiza su estado e individualiza su cuerpo.

Pero, en cualquier ámbito, el paso de un estado de cosas a un cuerpo por mediación de una potencia, o más bien la división de los cuerpos individuados en el estado de cosas subsistente, representa un momento esencial.

Se pasa en este caso de la mezcla a la interacción.  Y por último, las interacciones de los cuerpos condicionan una sensibilidad, una proto-perceptibilidad y una proto-afectividad que se expresa ya en los observadores parciales ligados al estado de cosas, aunque sólo completen su actualización en lo vivo.

Lo que se llama «percepción» ya no es un estado de cosas, sino un estado del cuerpo en tanto que inducido por otro cuerpo, y «afección» es el paso de este estado a otro en tanto que aumento o disminución del exponente-potencia (potentiel-puissance),  bajo la acción de otros cuerpos:

ninguno es pasivo, sino que todo es interacción, incluso la gravedad.

Ésta era la definición que daba Spinoza de la «affectio» y del «affectus» para los cuerpos cogidos en un estado de cosas, y que Whitehead volvía a recuperar cuando hacía de cada cosa una «prehensión» de otras cosas, y del paso de una prehensión a otra un feeling» positivo o negativo.

La interacción se vuelve comunicación.  El estado de cosas («público») era la mezcla de los datos actualizados por el mundo en su estado anterior,

mientras que los cuerpos son nuevas actualizaciones cuyos estados «privados» dan a su vez estados de cosas para cuerpos nuevos. Incluso no vivas, o mejor no orgánicas, las cosas tienen una vivencia, porque son percepciones y afecciones."


Gilles Deleuze y Félix Guattari

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