La carta sobre la mesa en el tiempo infinito de la espera
viernes, febrero 28, 2014
"Si no fuese indudable que la razón de que deje las cartas (incluso aquellas de
contenido presumiblemente inocuo, como una que tengo precisamente ahora)
sin abrir durante una temporada sea tan sólo una debilidad y una cobardía que
titubean antes de abrir una carta como vacilarían en abrir la puerta de una
habitación ante la cual tal vez me espera un hombre ya impaciente, entonces
se podría explicar mejor este abandono de las cartas como escrupulosidad. Si
admitimos, pues, que soy un hombre escrupuloso, debería intentar prolongar lo
más posible lo que atañe a la carta, es decir, abrirla con lentitud, leerla con lentitud
y repetidas veces, reflexionar largo tiempo, preparar con muchos borradores la copia en limpio de la respuesta y, finalmente, demorar el envío de la misma. Todo ello
depende de mí, sólo que, precisamente, lo que no puedo evitar es la súbita llegada
de la carta. Así que, también esto lo retardo de una manera artificial, me paso
mucho tiempo sin abrirla, la carta permanece sobre la mesa, se me ofrece
continuamente, la recibo continuamente, pero no la cojo."
Kafka
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