Kafka "–El fogonero parece haberte hechizado"
jueves, mayo 29, 2014
"Y lentamente, sumido en tales pensamientos, fue hacia el fogonero,
le sacó la mano derecha del cinturón y la mantuvo, jugando, con la suya.
–¿Por qué no dices nada? –preguntó–. ¿Por qué toleras esto?
El fogonero sólo frunció el ceño, como si buscara la expresión adecuada para lo que tenía que decir. Por toda respuesta, bajó la mirada hacia la mano de Karl y la suya.
–Has sido víctima de una injusticia como ningún otro del barco; de esto no me cabe la menor duda.
Y Karl hacía pasar sus dedos, una y otra vez, por entre los del fogonero,
y éste miraba en torno suyo con los ojos brillantes,
como si experimentase un gozo que a pesar de todo,
nadie tenía el derecho de tomarlo a mal.
–Pero debes defenderte, decir sí o no; pues de otra manera
la gente no tendrá ninguna idea de la verdad.
Tienes que prometerme que me obedecerás,
pues yo mismo (sobrados motivos tengo para temerlo) ya no podré ayudarte en nada.
–Y entonces Karl lloró, besando la mano del fogonero,
y cogió esa mano agrietada, casi sin vida, y la apretó contra su mejilla
como si fuese un tesoro al que era necesario renunciar.
Pero ya se hallaba junto a él su tío el senador y, si bien forzándolo sólo muy suavemente, lo quitó de allí.
–El fogonero parece haberte hechizado
–dijo mirando por encima de la cabeza de Karl, lleno de comprensión, hacia el capitán–. Te sentías abandonado, encontraste al fogonero y ahora sientes gratitud para con él: esto es muy loable. Pero, aunque sólo sea por mí, no extremes estas cosas y aprende a comprender tu posición.
Delante de la puerta prodújose un tumulto, oyéronse exclamaciones y hasta parecía que alguien fuera brutalmente empujado contra la puerta.
Entró un marinero de aspecto un tanto salvaje
que tenía puesto un delantal de muchacha."
Kafka
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