Los perros del mal olor
lunes, mayo 19, 2014Érase una sola vez los perros del mal olor. Ellos iban limpios y pulcros, tanto como lo pueden estar los perros de calle. Conscientes de la importancia de la apariencia para encontrar nuevo dueño se acicalaban todo el día con mucho esmero, con sus uñas de calle, con su lengua de hambre. Pero por mucho que se limpiaban olían por todas partes mal olor.
Cada vez que encontraban una fuente se lavaban escrupulosamente y bien despacio. Salían con una sonrisa bien contentos. Pero para su mayor sorpresa, cada vez que ponían el hocico en alto olían mal olor. Miraban la fuente, la calle, la plaza, por todas partes y sus orejas mostraban sorpresa.
Iban por las calles buscando un olor diferente que no conocían.
Carlos del Puente
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