Derrida Platón mismo está en deuda ante la tradición hindú de los Upanishad
sábado, diciembre 21, 2013
"Omitir a Sócrates cuando se escribe no es omitir cualquier cosa ni a cualquiera,
sobre todo cuando se escribe sobre Platón. Sobre todo cuando se escribe sobre un
diálogo de Platón del que Sócrates, un Sócrates y el Sócrates, no es un simple
comparsa. Esa omisión no es un asesinato; por supuesto, no dramaticemos.
Borra a un personaje singular que Platón escribe y describe como un personaje
del Banquete pero también como aquel que le habrá hecho o dejado escribir sin
escribir él mismo, escena de signatura infinitamente compleja donde la inscripción
sólo llega a borrarse, se graba en profundidad en la medida de su borramiento.
Platón permanece detrás de la signatura de Sócrates, pero ¿cuál es esa posición?
¿Qué quiere decir “detrás” en este caso? ¿Qué es lo que signa y qué es lo que
significa? Si Freud a su vez borra a Sócrates, lo cual no hace sino acusar su relieve
en lo que queda aquí de un Banquete, ¿es para rendir homenaje a Platón con un
reconocimiento de deuda? ¿Es para alabar una herencia, una genealogía, una
descendencia? ¿Es para atribuir a Platón el mérito de una inauguración, incluso
de una paternidad? No, al contrario.
Es para sustraerle a Platón el origen y hacer de él, ya, un heredero.
No de Sócrates, que le es demasiado próximo y demasiado propio.
Sino de mucho más lejos. Sería exagerar -un poco leer este pasaje
como una destitución de Platón.
Sería exagerar, un poco, decir que Freud se empeña en secundarizar,
en minimizar, en devaluar, pero en fin, insiste mucho en el hecho
de que Platón no ha inventado nada, que su falta de originalidad
es sin duda la señal de la verdad de lo que dice, que le ha sido
necesario sin duda heredar de toda una tradición, etc.
Es el objeto de una nota que no es sólo la más larga del libro sino mucho más
larga que el pasaje de donde parte su llamada. Comienza curiosamente por un
reconocimiento de deuda: no a Platón sino a aquel que ayudó a Freud a pensar
que no debía nada a Platón
y que Platón mismo está en deuda ante la tradición hindú:
“Debo al profesor H. Gomperz (Viena) las indicaciones siguientes relativas al
origen (Herkunft) del mito platónico...”
Sigue entonces esa nota, más de dos veces más larga que la cita del Banquete.
Deja la impresión de que Freud está en efecto más inquieto del “origen del mito
platónico” (Herkunft des Platonischen Mythus)
que del mito platónico sobre “el origen de la pulsión sexual”
(Herkunft des Geschlechtstriebes). Freud trata compulsivamente, q.e.d., de
desplazar el objeto y de restaurar un “estado anterior”. Y es bastante laborioso,
tiene uno mala conciencia, asegura uno que está repitiendo las palabras del
propio Gomperz, tira uno a la gente de la manga: quisiera llamar su atención
sobre el hecho de que, en lo esencial, por supuesto, wesentlich,
esa misma teoría se encuentra ya también en los Upanishad,
etc., y “contra la idea dominante” no negaré pura y simplemente la posibilidad de
una “dependencia” (o de una servidumbre, Abhängigkeit) de Platón,
aunque fuese indirectamente, en relación con ese pensamiento indio.
La palabra “Abhängigkeit” regresa más lejos, en medio de concesiones
embarazosas: Platón no hubiera hecho suya, no se hubiera apropiado
(sich nicht zu eigen gemacht) esa historia a partir de la “tradición oriental”
si no hubiera estado en situación de verse iluminado por su contenido de verdad.
Etc. Se queda uno boquiabierto."
ESPECULAR – SOBRE “FREUD”
Jacques Derrida
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