Jung "Es expresión de un espíritu vital, el aima mundi o el filius macrocosmi, el antropos viviente en todo el mundo. Hasta la materia inorgánica reviste tal espíritu"

domingo, diciembre 29, 2013




"Una noche me desperté y vi el crucifijo, bañado en luz clara, al pie de la
cama. No se mostró en tamaño natural, pero era muy ostensible y vi
que su cuerpo era de oro verdoso. Fue una visión beatífica, pero me aterró
lo visto. Visiones de este tipo no me son extrañas, pues veo a menudo
imágenes hipnagógicas plásticas."

"Por entonces había meditado mucho acerca del Anima Christi, una meditación
de los «ejercicios». La visión pareció sugerirme que yo, en mis meditaciones,
había pasado por alto algo, y ello constituía la analogía de Cristo con el aurum
non vulgi (el oro no corriente) y con la viriditas de los alquimistas. Cuando
comprendí que la imagen aludía estos símbolos alquímicos fundamentales,
es decir, que se trataba propiamente de una visión de Cristo alquímica,
me sentí aliviado."

"El oro verde es la cualidad vital que los alquimistas veían no sólo en el hombre,

sino también en la naturaleza inorgánica.

Es expresión de un espíritu vital, el aima mundi o el filius macrocosmi,

el antropos viviente en todo el mundo.

Hasta la materia inorgánica reviste tal espíritu,

se encuentra incluso en el metal

y Cristo con su analogía que se encuentra en la materia,

concretamente el filius macrocosmi.

Si no me hubiera llamado la atención el oro verde, hubiera intentado convencerme
de que en mi concepción «cristiana» faltaba algo esencial, en otras palabras,
que mi imagen tradicional era insuficiente y por ello hubiera buscado otro aspecto
de la evolución cristiana. Pero el que el metal se destacase me mostraba la patente

concepción alquímica de Cristo como unificación de materia espiritualmente viva y
físicamente muerta."




Jung, Recuerdos, sueños, pensamientos

.

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