Freud la sexualidad desde Jung
domingo, diciembre 29, 2013
"Era evidente que la teoría sexual de Freud resultaba singularmente sugestiva.
Cuando Freud hablaba de ello, su voz se hacía imperiosa, angustiosa casi, y ya
no se notaba nada de su actitud crítica y escéptica. Una expresión extrañamente
agitada, una causa que no lograba yo aclarar, animaba su rostro. Me impresionó
profundamente que
la sexualidad significara para él un numinosum.
Mi impresión quedó confirmada por una conversación que tuvo lugar unos tres
años después (1910), nuevamente en Viena."
"Recuerdo todavía muy vivamente cómo me dijo Freud:
"Mi querido Jung, prométame que nunca desechará la teoría sexual. Es lo más
importante de todo. Vea usted,
debemos hacer de ello un dogma, un bastión inexpugnable.»
Me dijo esto apasionadamente y en un tono como si un padre dijera:
«Y prométeme, mi querido hijo, ¡que todos los domingos irás a misa!»
Algo extrañado le pregunté: «Un bastión ¿contra qué?» A lo que respondió:
«Contra la negra avalancha», aquí vaciló un instante y añadió: «del ocultismo».
En primer lugar fueron el «dogma» y el «bastión» lo que me asustó; pues un dogma,
es decir, un credo indiscutible, se postula sólo allí donde se quiere reprimir una duda
de una vez para siempre."
"Para Freud la sexualidad significaba, por lo visto, más que para los demás.
Era para él una res religiose observanda."
"Una cosa estaba clara para mí: Freud, que siempre hacía hincapié en su
irreligiosidad, se había construido un dogma, mejor dicho, en lugar del Dios
celoso que había perdido, había puesto una imagen forzosa, concretamente
a la sexualidad; una imagen que no era menos apremiante, exigente, despótica,
amenazadora y ambivalente moralmente. Del mismo modo que al más fuerte
psíquicamente y por lo tanto, terrible, corresponden los atributos de «divino» o
«diabólico», la «libido sexual» había adoptado en él el papel de un deus absconditus,
de un Dios oculto. La ventaja de esta mutación consistía para Freud en que el
nuevo principio numinoso le parecía irreprochable científicamente y libre de todo
lastre religioso. Pero en el fondo subsiste la numinosidad como propiedad
psicológica de los principios antagónicos inconmensurables racionalmente:
Jehová y sexualidad. Sólo había variado la denominación y con ello ciertamente
también el punto de vista: no era en lo alto donde había que buscar lo perdido, sino
abajo."
Jung, Recuerdos, sueños, pensamientos
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