Su maravillosa mirada
viernes, mayo 16, 2014Tenía unos píes parados de tienda y una maravillosa mirada. Cuando entrábamos en la sección de complementos del Corte Inglés yo me quedaba deslumbrado por tanta belleza. Tengo que reconocer que yo no veía nada: resultaba imposible para mis ojos. Mis ojos bailaban sobre tanto brillo y belleza. Soy un hombre y torpe, lo reconozco. Extenuado al instante, borroso y casi mareado volvía hacia ella la mirada y veía con sonriente sorpresa como ella estaba en cada objeto concentrada. ¡Pero qué capacidad! ¡Cuánta lucidez! ¡Qué bonitos ojos más ágiles! Me daba ganas de besarla allí mismo delante de todas las miradas concentradas en la belleza. Pero ¡lástima! ella nunca allí se dejaba.
Carlos del Puente
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