El esquizofrénico reinventa su pensamiento en cada intento

lunes, febrero 03, 2014



"El esquizo sabe partir: ha convertido la partida en algo tan simple como nacer o morir. Pero al mismo tiempo su viaje es extrañamente in situ. No habla de otro mundo, no es de otro mundo: incluso al desplazarse en el espacio es un viaje en intensidad, alrededor de la máquina deseante que se erige y permanece aquí. Pues es aquí donde el desierto se propaga por nuestro mundo, y también la nueva tierra, y la máquina que zumba, alrededor de la cual los esquizos giran, planetas de un nuevo sol.

Estos hombres del deseo (o bien no existen todavía) son como Zaratustra. Conocen increíbles sufrimentos, vértigos y enfermedades. Tienen sus espectros.

Deben reinventar cada gesto.

Pero un hombre así se produce como hombre libre, irresponsable, solitario y gozoso, capaz, en una palabra, de decir y hacer algo simple en su propio nombre, sin pedir permiso, deseo que no carece de nada, flujo que franquea los obstáculos y los códigos, nombre que ya no designa ningún yo. Simplemente ha dejado de tener miedo de volverse loco. Se vive como la sublime enfermedad que ya no padecerá. ¿Qué vale, qué valdría aquí un psiquiatra? En toda la psiquiatría, sólo Jaspers y luego Laing han sabido lo que significaba proceso y lo que significaba su realización. «Si la especie humana sobrevive,

los hombres del futuro considerarán nuestra ilustrada época, me imagino, como un verdadero siglo de obscurantismo.

Sin duda, serán capaces de degustar la ironía de esta situación con más sentido del humor que nosotros. Se reirán de nosotros. Sabrán que lo que nosotros llamábamos esquizofrenia era una de las formas bajo las que — a menudo por mediación de gente por completo corriente — la luz empezó a aparecer a través de las fisuras de nuestros espíritus cerrados... La locura no es necesariamente un hundimiento (breakdown); también puede ser una abertura (breakthrough)... El individuo que realiza la experiencia trascendental de la pérdida del ego puede o no perder el equilibrio de diversas maneras. Entonces puede ser considerado como loco.

Pero estar loco necesariamente no es estar enfermo,

incluso si en nuestro mundo los dos términos se han vuelto complementarios... Desde el punto de partida de nuestra seudo salud mental, todo es equívoco. Esta salud no es una verdadera salud. La locura de los otros no es una verdadera locura. La locura de nuestros pacientes es un producto de la destrucción que nosotros les imponemos y que se imponen ellos mismos. Que nadie se imagine que nos encontramos ante la verdadera locura, o que nosotros estamos verdaderamente sanos de la mente. La locura con la que nos encontramos en nuestros enfermos es un disfraz grosero, una caricatura grotesca de lo que podría ser la curación natural de esta extraña integración. La verdadera salud mental implica de un modo o de otro la disolución del ego normal...»."

Deleuze

You Might Also Like

0 comments

Popular Posts

Like us on Facebook

Flickr Images